El ser humano respira de media entre 6 y 8 litros de aire por minuto, lo que significan 400 toneladas de aire a través de nuestros pulmones durante el transcurso de la vida. Cada 24 horas son 10 m3 o 21 mil respiraciones por jornada. Durmiendo respiramos 4,7 litros por minuto, de pie 6,6, andando 17, en bici 23, de excursión 34, escalando 53 y corriendo 60.
Un estudio realizado el 2017 por investigadores de National Geographic, llegó a la conclusión que una persona con promedio de vida de 78,5 años, podía llegar a ingerir hasta 50 Tm de comida y 50 mil litros de bebida. Si los comparamos vemos que consumimos 8 veces más aire que comida, y normalmente le damos menos importancia a la calidad del aire que a nuestra alimentación.
Sin embargo, alrededor de 9 millones de habitantes mueren cada año a nivel global por diferentes estudios, según un informe the «The Lancet». La más mortal es la del aire, ala que se le atribuye un 75% del total. De ellos 1,8 millones de habitantes mueren cada año debido a la contaminación dentro de los edificios, un 5% del total de muertes.
La contaminación atmosférica se presenta en diferentes sustancias que se derivan fundamentalmente de cinco focos de actividades humanas: la industria, la agricultura, los residuos, los hogares y el transporte. Una concentración elevada de gases de efecto invernadero es altamente nocivo para la salud del planeta y sus habitantes. Estas son los principales gases contaminantes:
- El monóxido de carbono
- El dióxido de carbono
- El dióxido de nitrógeno
- El óxido de nitrógeno
- El ozono a nivel del suelo
- El material particulado
- El dióxido de azufre
- Los hidrocarburos
- El plomo