La ley aprobada el agosto pasado no está exenta de polémica por las implicaciones que suponen a los propietarios de mascotas y también por la exclusión de la Feria taurina.
La ley supone un avance en la consideración de los derechos de los animales, y se persiguen varios objetivos deseables, desde perseguir el maltrato animal hasta evitar la proliferación de especies invasoras.
Se prohíben tener como mascotas muchos animales que anteriormente formaban parte del abanico de animales que la gente tenía en su casa, como ratones, hámsteres, cobayas, conejos, tortugas, periquitos, serpientes o camaleones entre otras. El motivo es que su abandono ha sido el detonante de la introducción de estos animales en ecosistemas nuevos, alterándolo para siempre, puesto que su erradicación una vez la introducción se ha estabilizado resulta imposible. En la mayoría de ocasiones conlleva el desplazamiento o extinción de especies autóctonas porqué les ocupa su nicho ecológico.
La ley además introduce una serie de obligaciones para los dueños de mascotas, como la prohibición de comercializar con ellos, de reproducirlos, de garantizarles una eutanasia digna, de darlos de alta en los registros adecuados. El proyecto de ley de bienestar animal prohíbe dejar a los animales de forma permanente en terrazas, trasteros, sótanos o vehículos, así como sin supervisión durante tres días consecutivos. En cuanto a los perros, este periodo de tiempo no podrá superar las 24 horas consecutivas
Desde el año pasado, a los animales se les deja de considerar como cosas, y se les trata como seres sintientes en el Código Civil.
Sin embargo, existe polémica en el sector animalista puesto que, si damos esta consideración de carácter filosófico a los animales, ¿no es un contrasentido moral excluir a los toros, a los perros de caza, o a otros empleados para usos humanos como los perros policía, o pastores?
¿Y que hacemos con el trato a los animales de producción? ¿Son sintientes? Entrar en este debate requeriría mucho más espacio y detenimiento ya que los argumentos a favor y en contra son diversos y de mucho calado. La ley de Bienestar animal es del año 2007, modificada en varias ocasiones. Su objetivo es que se adopten las medidas necesarias para asegurar que, en las explotaciones, los animales no padezcan dolores, sufrimientos o daños inútiles. Se deberá tener en cuenta su especie y grado de desarrollo, adaptación y domesticación, así como sus necesidades fisiológicas y etológicas de acuerdo con la experiencia adquirida, los conocimientos científicos y la normativa comunitaria y nacional de aplicación en cada caso.
Nos alegramos del espíritu, pero seguimos viendo denuncias de maltrato en macro granjas, un uso desmesurado de medicación para evitar los problemas de contagio debido al hacinamiento y sobreproducción, como elevados índices de mortalidad debidos al método productivo.
Una de las iniciativas de PUROH es aportar un nuevo abordaje a los problemas del uso abusivo de antibióticos y a los problemas de mortalidad por contagio. La generación del Factor de Aire Libre y purificación del aire en granjas reduce esta necesidad, porqué se eliminan de forma natural y activa los patógenos que provocan estos contagios. Hemos realizado estudios donde se muestra su eficacia. En solo dos horas, con la aplicación de nuestros aparatos se produce una reducción de las partículas PM 2.5 y 10 del 80%, de formaldehidos (HCHO) de un 39%, de Compuestos Orgánicos Volátiles de un 49%, y de un 68% de microorganismos patógenos.
En un test realizado en una sala de maternidad en una granja porcina durante un periodo de 73 días se apreció una reducción media de la mortalidad de un 31%, que traducido en cabezas fueron 129.
En el ámbito de las mascotas, el Factor de Aire Libre de PUROH, elimina la posibilidad de contagios zoonóticos (entre animales y humanos), elimina olores y alergias. PUROH limpia los hogares y establecimientos, de los compuestos tóxicos que los distintos productos de la limpieza generan y de las partículas contaminantes del ambiente que entran en los domicilio y afectan por igual a humanos como a las mascotas.