Las PM2.5 se refieren a las partículas suspendidas en el aire que tienen un diámetro aerodinámico inferior a 2,5 micrómetros (µm), es decir, son partículas finas que son 2,5 micrómetros o menos de diámetro. Estas partículas son consideradas particularmente peligrosas debido a su pequeño tamaño, ya que pueden penetrar profundamente en los pulmones y entrar en la corriente sanguínea, causando una serie de problemas de salud a largo plazo. Las PM2.5 se generan por una variedad de fuentes, incluyendo la quema de combustibles fósiles, la industria, el tráfico vehicular y el polvo de la tierra. Es importante monitorear y controlar los niveles de PM2.5 en el aire para proteger la salud pública y el medio ambiente.